La importancia de nuestro papel como jóvenes en la democracia



Por: Santiago Martínez Chávez*

A diario, en el entorno en el cual me encuentro, se vive un fenómeno que yo denominaría como “fiebre política” y son tantas las horas que invertimos hablando y debatiendo sobre el tema que nos hace falta mucho más conocimiento sobre ello.

 Aunque soy un estudiante de grado once (al igual que todas las personas que hacen parte de ese entorno que acabo de nombrar) parece que estuviese rodeado de abogados, politólogos, periodistas y webmanager's entusiastas-protagonistas del futuro de nuestra nación. Esto me llena el alma de esperanza ya que todos ellos, dentro de cuatro años, en la próxima contienda presidencial podrán ejercer su derecho al voto y estoy seguro de que escogerán bien a quién nos dirija y nos conduzca por el camino del desarrollo, de la paz, de la solidaridad y la religión. 

Aún así, no se trata solo de elegir; si queremos un cambio esto dependerá de todos. Así como lo hizo Mockus con su “ley zanahoria” en los 90’s, como lo logró Jaime Garzón al combinar política con humor y como lo hace él mismo Papa Francisco cada vez que se dirige a nosotros los jóvenes. Jóvenes que se están formando como buenos cristianos y honestos ciudadanos en el Colegio Salesiano de León XIII, en quienes está el futuro de nuestra hermosa patria y en los cuales se deposita la confianza de enseñanzas inculcadas durante once años para que hagamos el bien y no miremos a quien, para que todo lo que hagamos sea reflejo de un buen Leontreciano y, para que terminemos nuestros días en ese hermoso Jardín Salesiano del que Don Bosco tanto nos habló. 
Dejando a un lado ese futuro tan anhelado, también se tiene que resaltar esa participación política y ciudadana que ejercemos como jóvenes en nuestro presente y en donde salen a flor de piel nuestras ideas sociales y políticas como por ejemplo la actividad que el senado de la República denomina como “yo represento”, en donde jugamos a ser congresistas por un día y sentados en las sillas de políticos como Álvaro Uribe o Jorge Robledo, simulamos un debate de control político en el cual tratamos temas de actualidad que afanan a todo el país y es allí donde muchos encuentran o mejor, encontramos cuál es nuestra vocación y para que estamos hechos. 

Hay también muchos jóvenes que asisten a foros, encuentros, marchas y campañas políticas como espectadores y voluntarios en donde por ahora, aportan su granito de arena y el día de mañana aportarán su trabajo y sus ideas por la sociedad. 

No interesa como participemos, no interesa el candidato x y tampoco interesa el candidato y, no importa si creemos que el socialismo es la cura a todos nuestros males, tampoco importa si pensamos que el capitalismo hará una potencia mundial para nuestro país… lo único que verdaderamente importa es tener muy claro que los políticos y la política en todo el sentido de la palabra está hecha por y para los demás. Para servir y para ayudar. 

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*Personero Colegio Salesiano de León XIII. 


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