La Democracia en la escuela



La democracia ...  Formar para la democracia son temas recurrentes de reflexión en todos los centro educativos hoy día. El MEN en el programa Nuevo Sistema Escolar, busca fortalecer la participación y la democracia en la escuela, dando participación a la sociedad civil en la ejecución y seguimiento de los proyectos de la escuela. Así, el tema  de la democracia figura como uno de los valores básicos y criterio de convivencia de la  institución educativa, hacia dentro y hacia afuera.

Varias investigaciones siguen demostrando la importancia del tema;  sin embargo la democracia es aún entre nosotros un concepto vació y carente de significado tanto para los estudiantes como para los profesores, los padres de familia y la comunidad civil. En la vida diaria no llega a ser un conjunto de criterios que sirvan para discernir ante un problema concreto de la escuela, para elegir las estrategias de acción ni tampoco para desarrollar un juicio crítico sobre las opciones pedagógicas y políticas del PEI.

Aún la escuela permanece muy cerrada sobre sí misma. Los mismos padres de familia parecen ajenos a todos los procesos educativos, limitando su responsabilidad al suministro de los textos y útiles escolares, a hacerse presentes en las reuniones o cuando son citados por situaciones de conducta o rendimiento académico de los hijos. La Asociación de padres de familia poco interés muestra en los procesos académicos y sí mucho en el mejoramiento de la planta física o equipos tecnológicos. Los Rectores más conscientes del tema invitan a la comunidad civil, sin lograr aún una participación efectiva.

A veces se manifiesta mucha preocupación sobre cómo funciona la democracia en la escuela y nada sobre cómo se vive la democracia en la escuela. Es decir, en qué medida las personas se implican en el proyecto escuela que es, sin duda, de carácter público en Colombia, más que responder simplemente a esquemas formales prefijados de participación, desaprovechando el encuentro con los otros para profundizar y radicalizar el compromiso integral con la escuela, creando un ambiente de real participación de todos los actores de la Comunidad Educativa y civil.

Nuevamente aparece aquí el empleo del doble discurso: por una parte el discurso de la legitimidad del valor de la democracia y por otra la ausencia de este valor en las decisiones diarias que constituyen la experiencia de vida de las escuelas. Aún se ve en muchas escuelas como las opciones políticas partidistas de actores directivos y profesores excluyen olímpicamente a quienes no comulgan con sus intereses políticos. Se continúan tomando determinaciones para los jóvenes a espaldas de ellos y de los demás actores.

Muchos organismos internacionales como nacionales siguen defendiendo que la educación debe inculcar a todo el mundo el ideal democrático del respeto a la diversidad y lucha contra todo tipo de exclusiones. Esto implica un proceso de reflexión colectiva sobre la praxis diaria de la llamada democracia en la escuela, comenzando por el cuestionamiento del propio trabajo del profesorado, la organización escolar y la burocracia funcional, la cultura individualista y corporativa en la tradición de la escuela, los juicios culpabilizadores  que buscan defenderse, para lograr asumir, pedagógicamente de forma conjunta, las decisiones que se tomen de cualquier índole: organizativas, técnicas, científicas y políticas.

El tema de esta edición del Boletín Salesiano, ricamente ampliado en sus diferentes artículos, ayudará a todos avanzar en el cambio de mentalidad en la manera de ver la escuela, para que la democracia real participativa sea una vivencia cotidiana en la escuela, que formen mejores ciudadanos colombianos, porque son mejores creyentes, al estilo del ecosistema educativo creado por Don Bosco en el Oratorio de Valdocco.

P. Jaime Enrique Morales Alfonso, SDB
Inspector COB


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